Portada e historia de la novela de Auri

Os presentamos la portada de la novela de Auri, The Slow Regard of Silent Things, y la historia de su creación, tal y como nos la ha contado Patrick Rothfuss.

The Slow Regard of Silent Things - PortadaRothfuss nunca pensó escribir una novela sobre Auri, pero varias casualidades a lo largo de los años han dado como resultado esta novela sobre uno de nuestros personajes favoritos.

En el año 2009 George Martin y Gardner Dozois invitaron a Patrick a participar en la antología Star Crossed Lovers, pero por aquella época Rothfuss se encontraba inmerso en El Temor de un Hombre Sabio y se vió obligado a rechazar la invitación, muy a su pesar.

Es por ello que cuando George Martin y Gardner Dozois volvieron a llamar a la puerta de Patrick, hace un par de años para una nueva antología, Rogues, este aceptó sin dudar. ¿Quién no querría participar en una antología junto a autores de esa categoría? Ver su propio nombre junto al de Neil Gaiman era increíble para Patrick. Además, el autor de El Nombre del Viento llevaba un tiempo con una historia sobre Auri en la cabeza y pensó que ella y su historia serían un buen contrapunto a otros personajes que aparecerían en la antología, como ladrones, espadachines o estafadores.

Así que Patrick comenzó a escribir la historia. Pensaba que tendría unas 4000 palabras. 7000 como mucho. Pero cuando la historia empezó a desplegarse tomó caminos que él mismo no esperaba. La historia era… extraña. Llegó a las 3000 palabras y apenas había empezado. Escribir sobre la Subrealidad era mucho más complicado de lo que imaginó.

De esta forma la historia creció y Patrick llegó a la 7000 palabras casi sin darse cuenta y continuó sacando a luz más secretos sobre Auri y la Subrealidad hasta que alcanzó las 15000 palabras. Y Rothfuss tuvo que detenerse. Había resultado ser una historia que no encajaría en la antolgía y de hecho ni siquiera tenía muy claro qué clase de historia era.

Escribió a George y Gardner pidiendo una ampliación del plazo y, por suerte, fueron comprensivos y se la concedieron. Así que Patrick se puso a probar otras posibilidades hasta que descubrió quien realmente debía estar en la antología: Bast. Escribió The Lightning Tree y encajó a la perfección.

Pero había dejado a medias una historia. Una historia rara. Una historia extraña, demasiado larga, que carecía de los elementos típicos de una historia. Así que la dejó aparcada y volvió a su trabajo con el tercer libro, Las Puertas de Piedra.

Sin embargo la historia de Auri seguía en su cabeza, haciéndole cosquillas. Y como él mismo ha dicho, tener una historia a medias metida en tu cabeza es diez veces peor que tener una canción metida en la cabeza. Y sólo había una forma de solucionarlo.

Así que, cuando alcanzó un buen punto en el que hacer una pausa de su revisión del tercer libro, regresó a la historia de Auri. Esta acabó teniendo una longitud de unas 30.000 palabras, una longitud poco habitual para Patrick. Demasiado para una historia corta, pero mucho menos que sus novelas habituales.

Y no sólo eso. La historia se había convertido en algo lleno de secretos y misterios. Algo dulce y extraño. No era una historia normal, aunque Patrick nunca debió haber pensado que una historia sobre Auri sería una historia normal en absoluto. El problema era que no sabía que hacer con ella. Le gustaba, pero a él le gustan las cosas extrañas. Y le tiene cariño a Auri. Y lo más importante: es el autor. Preguntarle si le gustaba su historia sería como preguntarle a una madre si le gusta su bebé.

Le enseñó la historia a varias personas y a todas pareció gustarles. Pero eran amigos, así que necesitaba una opinión más neutral. Le mostró la historia a varios autores y les gustó, pero coincidieron en que era una historia extraña. Así que decidió enseñársela a Vi Hart, su nueva mejor amiga, a la que sin embargo no conoce desde hace mucho tiempo, por lo que podía confiar en que le diría la verdad.

Ella leyó la historia y hablaron sobre la misma. Le señaló algunos aspectos que podían ser problemáticos y Patrick estuvo de acuerdo. Le señaló algunas cosas que le gustaban y Pat se sintió halagado. Estaban en un bar en San Francisco, pasando la tarde, y Patrick había bebido un poco, cosa poco habitual en él. Quizá fue eso lo que le hizo lamentarse de que la historia era un desastre. Se supone que las buenas historias deben tener ciertos elementos y la suya no los tenía.

Vi Hart le dijo una vez más que le gustaba. Y a Patrick también le gustaba, pero eso no cambiaba el hecho de que la gente espera ciertas cosas de una historia, y si leían este relato buscando esas cosas, no las encontrarían, y se setirían insatisfechos. Decepcionados.

«Que les jodan», dijo Vi. «Esas personas disponen de todas las otras historias del mundo. Todo el mundo escribe historias para ellos. Esta historia es para alguien como yo. Nosotros también nos merecemos historias.»

Eso hizo callar a Patrick, porque tenía razón. Quizá no era una historia apta para todo el mundo, pero no todas tienen que serlo. Quizá esta historia es para gente como él y como Vi. Personas curiosas sobre Auri y su vida. Personas que no son, quizá, completamente normales.

Patrick envió la historia a su agente y le gustó. Este se la envió a su editor y también le gustó. Le gustó mucho, de hecho. A las personas de su oficina también le gusto. Eso hizo pensar a Rothfuss que quizá sí es una historia apta para todos. O quizá hay más personas como él y Vi en el mundo de lo que esperaba.

El resultado lo podremos ver el próximo otoño, en noviembre. Todavía falta el día concreto de publicación, pero mientras tanto aquí tenemos la portada:

The Slow Regard of Silent Things - Portada

Personalmente, estamos deseando tener esta novela en nuestras manos. Pocas cosas nos apetecen tanto como un relato sobre Auri y su vida en la Subrealidad. Y quien sabe, quizá sí es verdad que hay más personas raras en el mundo. Quizá Patrick nos va a descubrir que somos un poco más raros de lo que pensábamos.



Comentarios

  1. Por Abel

  2. Por Juan