Por cosas así queremos tanto a Patrick Rothfuss
La campaña anual de Worldbuilders ha comenzado hoy y os invitamos a leer estas declaraciones de Patrick respecto a su motivación para sacar adelante su obra benéfica.
Hoy 10 de Noviembre ha comenzado la nueva campaña anual de Worldbuilders, sobre la que os hablaremos muy pronto en nuestra web. Y por ello hemos pensado que este puede ser un buen momento para recordar… ¿por qué Worldbuilders?
No es extraño ver una persona famosa participando en algún acto de caridad pero, como todos sabemos, Patrick fue un paso más allá con la creación de Worldbuilders, una organización que ayuda a familias y aldeas de las zonas más necesitadas. Con un trabajo constante y efectivo a través del tiempo, han conseguido que todos podamos conseguir fantásticos artículos frikis mientras ayudamos a que el mundo sea un lugar un poquito mejor. Pero ¿por qué le dedica Patrick tanto esfuerzo a Worldbuilders?
Algo parecido le preguntó hace unos meses uno de sus lectores, a través de una de las sesiones de Preguntas y Respuestas que Patrick suele hacer:
Esto va a sonar un poco horrible, pero ¿por qué todo el trabajo de caridad?
Siempre he estado… bueno, económicamente ajustado (a niveles del joven Kvothe, a veces), y por lo que he leído, tú estuviste en una situación similar durante mucho tiempo. No puedo imaginarme haciendo tanto por extraños, aunque eso pueda marcar la diferencia, y a veces…
Bueno, me fastidia un poco. Hay muchas cosas que haces por las que te daría mi dinero encantado, pero cuando lo haces por caridad, siento que si diera dinero, no estaría apoyándote a ti, mi escritor favorito.
Esto suena muy egoísta, lo sé, pero mi pregunta surge de la ignorancia, no la malicia.
Es posible que lo que pensó este lector lo hayamos pensado más de uno a lo largo de este tiempo. Así que a continuación tenéis la respuesta de Patrick:
La simple realidad es que, en este momento de mi vida, tengo dinero suficiente para vivir cómodamente. Y en mi opinión, si tienes suficiente dinero para vivir cómodamente y sigues intentando conseguir más y más dinero… bueno… es una estupidez.
Es algo así: si tienes un trozo de tarta, y te lo comes, eso está bien.
Si tienes dos trozos de tarta, probablemente deberías compartirlo con un amigo. Pero quizá no. De vez en cuando todos podríamos comer dos trozos de tarta.
Pero si tienes una tarta entera, y te la comes toda, eso no está muy bien. No sólo es egoísta, también es enfermizo y poco saludable.
¿Y qué pasa si tienes dos tartas y sigues intentando tener más tartas para poder comértelas todas? Bueno… eso es de putos desequilibrados. Y es terrible. Y es muy cercano a la auténtica maldad que existe en el mundo.
Ahora mismo yo tengo… bueno… entre dos y cuatro tartas, económicamente hablando.
Pero hay personas ahí fuera que no tienen tarta. Algunos no tienen ni siquiera cena, y mucho menos postre.
Por eso tengo Worldbuilders. Porque algunas personas no tienen tarta en absoluto. Hay niños ahí fuera que están hambrientos todo el tiempo. Hay niños que no tienen ni un sólo libro que leer. Hay niños que no tienen camas en las que dormir. No tienen hogares a los que regresar. No tienen refugios. No tienen dulces sueños.
Por eso hago todo el trabajo de caridad. Porque el mundo no es tan bueno como me gustaría que fuese.
Todos nos sentimos así alguna vez. Pero sinceramente, el mundo es un puto desastre. Está lleno de dragones y ninguno de nosotros es tan poderoso o guay como nos gustaría ser. Y es un asco. Pero cuando te enfrentas a ese hecho, puedes arrastrarte hacia un agujero y abandonar, o salir ahí fuera, quitarte los zapatos y marcarte un Bilbo.
El trabajo que hago con varias obras de caridad es mi intento de marcarme un puto Bilbo.
Es cierto que podría dedicarme a hacer un montón de dinero y luego donar cuanto quisiera a una obra de caridad. Mucha gente me ha sugerido que haga esto. Gente inteligente. Personas que se preocupan por mi. Y, sabes, no es un consejo terrible. Es lo que hizo Carnegie1…
Pero sinceramente, eso no está hecho para mi. No me gusta la idea de pasar toda la vida siendo como un ave rapaz, consiguiendo toda la tarta que sea humanamente posible. Y luego, diez años antes de morir, devolverle un trozo al mundo.
Un motivo por el que no me gusta esta filosofía es porque significa que tienes una excusa para comportarte como un completo cabrón hasta que tengas 60 años. Y bueno, Carnegie hizo muchas cosas de dudosa ética en su día. Por algo le llamaban barón ladrón. Mi otro problema con esa filosofía es que tras 60 años siendo un cabrón, la mayoría de personas no se va a transformar en alguien bondadoso y humanitario de la noche a la mañana.
Pero la principal razón por la que no me gusta esta forma de pensar es porque predica la idea de que vosotros, mis lectores, sois seres egoístas y egocéntricos. La filosofía de Carnegie implica que debería tomar de vosotros tanto dinero como pudiera. Luego, finalmente, debería hacer algo bueno con eso, preferiblemente consiguiendo tener un edificio con mi nombre en el proceso. Porque obviamente la mayoría de vosotros no sois lo suficientemente listos como para hacer del mundo un lugar mejor por vuestra cuenta.
No creo en eso. Mi filosofía es que las personas son intrínsecamente buenas. Creo que cuando se les da la oportunidad, las personas dan un paso al frente con felicidad para hacer del mundo un lugar mejor.
Creo que esto es cierto por partida doble respecto a los lectores de fantasía, y por partida triple respecto a mis lectores en particular.
Por cosas así queremos tanto a Patrick. Por ideas así, Worldbuilders, todo el trabajo que implica y toda la ayuda que podamos dar, merece la pena.
1. Andrew Carnegie, famoso filántropo y multimillonario estadounidense del siglo XIX.
Oh, no sabía que hacia estas cosas <3
Que gran persona, además de ser un gran escritor :D
Patrick Rothfuss es una de esas personas que te hace pensar que el mundo no es tan malo, aunque el mismo lo diga. Vaya paradoja. Con lo que se pueda hay que apoyar cuando se pueda y como se pueda, y «marcarse un Bilbo». !Geniales palabras!
Increible. Estoy totalmente de acuerdo con el.